Gustavo Nardelli, uno de los dueños de Vicentin, cerealera que se encuentra debiendo 1.350 millones de dólares, salió con su imponente yate por el río Paraná como si nada. Tal vez se le olvidó que estamos en medio de la cuarentena obligatoria que decretó el Presidente de la Nación hasta el 31 de marzo.

De todas formas, no la sacó tan barata porque ahora a todos sus problemas se le suma una causa penal abierta. En el momento fue detenido junto a su esposa quien lo acompañaba, además la embarcación quedó secuestrada por Prefectura, y Nardelli quedó bajo arresto domiciliario. El juez federal de Rosario, Marcelo Bailaque, es quien va a llevar adelante su causa y lo indagará cuando termine el período de aislamiento social.

Ahora bien, ¿De qué se lo acusa a Nardelli? Se le imputa del delito establecido en el artículo 205 del Código Penal, el cual castiga con la pena de seis meses a dos años de prisión a quien “violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.

¿Cumplirá la condena Nardelli o podrá seguir creyendo que las reglas son para algunos si y para otros no?

Recordemos que Vicentin , una de las 10 agro exportadoras más importantes del país, entró en cesación de pagos el 5 de diciembre cuando no pudo hacer frente a sus obligaciones por “estrés financiero”. Con una deuda de u$s 1.350 millones pidió la apertura formal del concurso preventivo de acreedores, finalmente declarada por un juzgando de Santa Fe