Uruguay apunta a la ganadería para luchar contra el calentamiento global
A través de algunas de las prácticas aconsejadas por los técnicos de la FAO, busca disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, retener carbono en suelo, revertir los procesos de degradación de la tierra y aumentar la productividad.
Por Natalia Marchesi | 16-08-2021 10:00hs
Desde 2020, Uruguay lleva adelante el proyecto Ganadería y Clima con el apoyo técnico de la Agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) y la financiación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF). El objetivo es disminuir las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero (GEI), retener carbono en suelo, revertir los procesos de degradación de la tierra y aumentar la productividad, implementando prácticas climáticamente inteligentes.
Al respecto, Cecilia Jones, coordinadora de la Unidad Agropecuaria de Sostenibilidad y Cambio Climático del Ministerio de Ganadería (MGAP) explicó, en declaraciones periodísticas, que la digestión de las vacas producen gran parte de las emisiones de metano que influyen en el cambio climático.
Uruguay posee unos cuatro vacunos por habitante (alrededor de 12 millones de animales) y el sector agropecuario es responsable del 75 % de las emisiones de GEI, de las cuales el 62 % son producidas por el sector ganadero, por lo tanto se apunta a este último para abordar el tema del calentamiento global.
Algunas de las prácticas que se empezaron a implementar, aconsejados por los técnicos de la FAO, son la sincronización del entore, es decir poner a las vacas al alcance de un toro para que las monte, y la preñez, junto con el destete de los terneros. Al respecto, la dueña de uno de los 62 predios ganaderos que participan en la iniciativa, Rosa Correa, explicó que a través de la aplicación de estas prácticas se incrementa la productividad de manera sostenible al generar más kilos de carne (terneros) a partir del mismo ganado.
Por otro lado, la coordinadora nacional del proyecto, Soledad Bergós, expresó que la característica de la ganadería de Uruguay es que se lleva a cabo mayoritariamente sobre campo natural, un recurso muy valioso que compensa la contaminación del ambiente producida por la actividad.
Por ello, desde el MGAP hicieron hincapié en el manejo del campo, ya que un pasto en buen estado retiene más carbono y contrarresta las emisiones de la propia ganadería, agregando un valor extra a la carne de campo natural.
Rosa, por su parte, comentó que el proyecto le enseñó a mirar el pastizal, determinando su calidad en base a su largo y a la mayor cantidad de hojas. Así, comenzaron a regular la pastura, teniendo en cuenta la capacidad de carga del campo, o sea cuánto ganado soporta según la estación.
Si bien mucha gente cree que el ganado no contamina, lo cierto es que el impacto de estos cambios se sabrán en 2024, cuando los resultados que arroje el proyecto comparen las emisiones y el acumulado de carbono en suelo con los medidos al inicio.
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