Valorización y beneficios del caupí
Por Marisa Massaccesi | 19-07-2020 02:00hs
Leemos a menudo sobre producción de maíz, trigo, arvejas y porotos entre tantas otras especies que se cultivan en Argentina, pero del caupí,no se conoce tanto.
La palabra caupí deriva de la pronunciación en inglés de cowpea, y denomina a los porotos del género Vigna de mayor distribución geográfica y producción a nivel mundial. Su origen se encuentra en el continente africano, donde posee una gran diversidad genética y morfológica y el nombre científico actualizado es Vigna unguiculata.
Se trata de una leguminosa cuya producción es a pequeña escala. No se consume masivamente lo que conlleva que tampoco cuente con un aprovechamiento comercial importante.
Este poroto en sus distintas variedades, tiene un elevado contenido de proteínas de alto valor nutricional, apta para el consumo humano.
El Instituto de Química Básica y Aplicada (Iquiba) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura (FACENA), de la Universidad Nacional del Nordeste ha formado un equipo de investigación a cargo de la Dra. María Victoria Avanza, el cual está orientado, en este caso, a recabar información para el beneficio y valorización integral del caupí.
Existen 15 proyectos dentro de los denominados Picto (Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica Orientados) y la propuesta del Iquiba es uno de ellos, que se lleva a cabo gracias a un acuerdo de trabajo entre la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) y la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), como parte de un programa científico exclusivo destinado al Iberá y El Impenetrable Chaqueño.
Para la titular del este proyecto el trabajo se focaliza en el Iberá porque la conservación de la cultura de ese lugar es muy importante para el desarrollo y bienestar de las comunidades. Al explayarse más sobre el tema, sostuvo que “en esta región algunas características culturales permanecen vivas, mientras que otras están en riesgo de extinguirse. En los últimos años el número de huertas familiares disminuyó progresivamente debido a que los lugareños se inclinaron al ecoturismo y a las plantaciones forestales”.
La investigación del equipo se centra en la optimización del proceso de obtención de una bebida vegetal a base de la semilla del caupí.
Está previsto además la cuantificación de compuestos polifenólicos en vainas de caupí. Una particularidad interesante es su actividad antioxidante previniendo la propagación de radicales libres (RL), que pueden reaccionar con moléculas biológicas de células vivas como lípidos, proteínas y ADN, causando enfermedades importantes como estrés oxidativo, cáncer, diabetes, problemas cardiovasculares, envejecimiento y síndromes metabólicos.
La profesional del Iquiba informó que, con los extractos optimizados, que posean máxima cantidad de polifenoles y mayor rendimiento en peso, se determinarán las actividades antioxidante, antimicrobiana y antiinflamatoria.
“La idea es que estos polifenoles (que no solo actúan como antioxidantes, también se los utiliza para detener la oxidación lipídica) puedan ser utilizados en la preparación de la bebida vegetal para aumentar la vida útil del producto”, aclaró Avanza.
Con todo este trabajo, el equipo de científicos de la FACENA busca incentivar la recuperación de huertas de autoconsumo o con fines comerciales a pequeña escala y poder contribuir a disminuir la vulnerabilidad socio-económica de los lugareños. Esto impactará favorablemente en las economías regionales, favoreciendo la conservación de la cultura local.
La información científica/tecnológica que se genere permitirá extender la utilidad del cultivo local hacia productos derivados con alto valor agregado.
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