A principios de diciembre, el magistrado a cargo de la convocatoria de acreedores de Vicentin, Fabian Lorenzini, había dictado la intervención de la firma por un plazo de 90 días y puso como responsable a Andrés Shocron, que cumplía el rol de veedor en el marco del concurso preventivo. La definición del juez, no implicó el desplazamiento de los directores, que siguen en sus funciones, pero ahora, en el rol de “coadministradores”.

Ahora, la concursada firma Vicentin presentó un reporte de situación a sus acreedores informando que desde mayo de 2020 y hasta la fecha facturó US$30 millones por diferentes negocios, como contratos de producción para terceras firmas, y reveló una planificación asegurando tener trabajo para para todo el año 2021.

Hay que destacar que la agroexportadora tiene un nuevo directorio desde octubre, y por primera vez en más de 90 años, no hay un apellido Vicentin en el órgano directivo de la empresa homónima. Los nuevos ejecutivos, ahora junto con el interventor Andrés Shocron, buscan una salida acordada en un proceso con deudas por más de $100.000 millones.

Desde la empresa, reportaron que desde mayo de 2020, cuando empezaron a brindar servicios a diversas terceras compañías con contratos para producción a “fasón”, se generó una facturación de US$25.000.000 equivalentes a la molienda de 1.325.000 toneladas. Informaron además, US$2.850.000 por servicios de almacenaje y US$3.000.000 ganados por servicios de elevación generados de mayo a octubre del año 2020. La sumatoria de los rubros mencionados es de US$30.850.000 de ingresos hasta octubre.

Según Vicentin, aunque percibió hasta octubre pasado una entrada de US$30.850.000, su costo total para el mismo período fue de US$40.047.331. "La diferencia resultante en el período marzo-octubre 2020 entre el total de ingresos y egresos de la empresa es de US$-9.197.331", detallaron. Aunque según la empresa esos números negativos se deben al freno que experimentaron por la muy complicada situación comercial de Vicentin: "Podemos considerar razonable la diferencia negativa dado el período de inactividad y el desfasaje en el tiempo entre ingresos y egresos, dado que se trata de un análisis financiero (no económico)". Apuntando a que si logran entrar nuevamente en el giro normal de la operación, esta sería una foto transitoria de la realidad. Hace una semana, el juez Lorenzini analizó el estado de situación de Vicentin, y calificó a la empresa en estado de “insolvencia”.

Para el caso de la producción de bioetanol, los ingresos de la cerealera sirven como garantía para su principal acreedor con US$300 millones, el Banco de La Nación Argentina.

Según la firma, hasta octubre último esas cobranzas "totalizan 505.835.077 pesos", aunque, "las mismas no han sido aplicadas por el BNA al día de la fecha".

De la empresa dependen unas 7 mil familias en forma directa y tiene de acreedores al Banco Nación y a miles de pequeños productores y PYMES.

Fuentes: Télam / La Nación