Vivir en la Ruralidad, por CECILIO SALAZAR
Una nueva entrega para aportar puntos de vista al debate que nos proponemos compartir con nuestros lectores y seguidores. En este caso, es CECILIO SALAZAR, histórico referente de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), fue durante más de dos décadas vicepresidente de la obra social sindical OSPRERA, secretario general de UATRE SAN PEDRO, e Intendente de esa ciudad electo y reelecto por su pueblo con más del 60% de los votos. Hoy es parte del Directorio de Ferrocarriles Argentinos Carga. Este fue nuestro diálogo.
Por Jorge Pirotta | 07-03-2023 06:30hs
Jorge Pirotta - El Agrario: podría hablar mucho más de vos, porque nos conocemos hace más de 25 años, Cecilio, pero no es tu figura y tu trayectoria la que hoy nos ocupa, sino el conocimiento que te dio tu trayectoria y, muy especialmente, tu visión sobre el tema que ponemos en debate: “Vivir en la Ruralidad” con todos sus componentes y condicionantes.
Cecilio Salazar: bueno, el tema de la Ruralidad es una cuestión abandonada por los distintos gobiernos. No hablo de este gobierno, lo digo por todos, independientemente de su color político. Cuando alguien habla de la Ruralidad se interpreta como si fuera algo bueno para los productores, o para los trabajadores, y en realidad es algo mucho más amplio que eso.
EA: Hay una visión limitada de este tema…
CS: Así es. Yo creo que, en realidad, a nivel nacional, ningún gobierno ni ninguna legislatura se puso a trabajar seriamente para crear una infraestructura adecuada en el interior profundo de nuestra tierra. Y es algo muy grave porque, como vos decís en tu nota de presentación de este debate, vivimos en un país totalmente desbalanceado desde el punto de vista demográfico.
EA: Sí, más del 90% de la población viviendo en menos del 2% del territorio.
CS: Pero como esta cuestión nunca es tenida en cuenta por los órganos del Estado, suceden cosas como la barbaridad que hizo la Corte Suprema, dándole a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires una cifra multimillonaria, cifra que está compuesta por los aportes de todos los argentinos. Pero con un simple fallo, le sacan la posibilidad al interior de contar con esos recursos.
EA: Vos, como Intendente, ¿cómo enfrentaste este problema?
CS: Es que los gobiernos locales no cuentan con recursos suficientes para desarrollar la infraestructura necesaria. Esta debiera ser una cuestión de Estado, una política permanente que apunte al desarrollo integral del país, a la ocupación territorial y a sostener la vida digna de aquellos que viven en el campo y hoy se encuentran en condiciones propias de hace más de 100 años.
EA: ¿En San Pedro también?
CS: En nuestro caso la situación es así: en San Pedro hay mucha mano de obra intensiva en el campo. Pero los productores se han perdido en la ciudad, en el campo solo tienen su producción actualmente. ¿Y adónde van los trabajadores que viven del trabajo en esa producción? Vienen a la periferia de la ciudad. Y viven, en la mayoría de los casos, situaciones complejas, difíciles de mejorar en el corto plazo. O sea, es difícil para un gobierno local solucionar por sí solo esta situación. Entonces, recurrimos a la provincia. Y ahí está la otra cara de la no comprensión de este problema, porque sucede que la provincia de Buenos Aires aporta el 40% del Producto Bruto Interno del país, pero recibe el 20% del presupuesto. Yo entiendo el federalismo y lo comparto, pero que nos saquen la mitad de nuestros recursos o les den a la capital federal algo que no necesita, eso me parece no solo injusto sino absurdo, falto total de criterio integral como nación.
EA: El actual gobierno provincial da muestras de tener muy en cuenta al interior.
CS: Es cierto. Pero tiene que repartir los escasos fondos que recibe entre los 135 municipios que tiene la provincia. Y claro, cada Intendente busca solucionar los problemas de su gente, así que todo termina en un tire y afloje que a veces beneficia a unos y otras veces a otros. Pero, insisto, el problema es la falta de una política de Estado, una política nacional de largo plazo que tenga en cuenta este problema.
EA: Supongamos que “Argentina Año Verde”, se logra un acuerdo que ponga la mirada nacional en el territorio hoy casi despoblado. ¿Por dónde habría que empezar?
CS: Hay que hacer infraestructura, hay que desarrollar un buen sistema de comunicaciones, de verdad. Esto hoy debería estar resuelto, Jorge, pero la verdad es que no lo está. La conectividad no está en el campo, lamentablemente, salvo una minoría que han podido hacerlo, el resto está al margen de la conectividad. Las escuelas rurales, son contadas las que tienen conectividad. Entonces los chicos ya arrancan con una profunda desigualdad en el acceso al conocimiento y a la interacción con otros jóvenes.
EA: Volvemos al tema de la decisión política.
CS: Es que hay que pensar en un cambio de mentalidad en los gobiernos que puedan llegar a venir. Necesitamos que se trabaje seriamente en esto, porque si no es así, Jorge, podremos tener muchas ideas, pero sin una política nacional de largo plazo es imposible, por ejemplo, lograr la relocalización de la gente que está en la en la periferia de las ciudades o por lo menos ayudarla con infraestructuras que le lleven agua, cloacas, luz. Y bueno, los municipios no pueden hacerlo de por sí. El poder está concentrado, el poder central está en Buenos Aires y ahí está CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), que también tiene un gobierno fuerte y paralelo, con poder para lograr, como te dije, un fallo insólito. Porque, tengo que decirlo, en CABA tienen todo, no le falta pavimento, no le falta luz, no le falta el agua o las cloacas. Y quiero que quede claro que no estoy hablando mal de los porteños, simplemente estoy diciendo algo que es real.
EA: Vos hablás, claro está, como bonaerense del interior. Buenos Aires se ve perjudicada por la coparticipación, cierto, pero ¿Qué les queda a las demás provincias entonces?
CS: Claro, yo estoy hablando desde la provincia más rica del país, a la que le falta mucho o no tiene nada. Pero, ni hablar del resto de las provincias. En el norte, por ejemplo, suceden cosas realmente tremendas. No es solo la falta de recursos para infraestructura, ahí suceden cosas tremendas con los trabajadores, hay situaciones de explotación miserable. Hay lugares en donde no existe el Estado de Derecho, no hay controles laborales, se mantienen condiciones de vida del siglo XIX. Y ante esa realidad, mucha gente dice “vamos para Buenos Aires”, porque estar sin nada en el interior no muestra otras alternativas que acercarse a las ciudades, creyendo que van a estar mejor. Y ahí viene la migración del campo a las ciudades, creyendo que se puede salir de la miseria. Y, en realidad, terminan asentándose en lugares de conurbano que son bolsones de pobreza, de marginalidad, sin servicios, sin seguridad, sin nada.
EA: la mayor parte de la población del conurbano bonaerense no nació allí sino que vino del interior del país.
CS: Si recorrés el conurbano vas a ver que la mayoría viene del norte del país, de todo el interior, pero fundamentalmente de aquellos lugares en los que, si se contara con infraestructura adecuada, comunicación, servicios y condiciones dignas de trabajo, nadie pensaría en venirse a los centros del conurbano. Allí, en lugar de estar mejor, la falta de espacio los va llevar a tener que arreglarse con hacer una piecita de 3 por 3, en un terrenito de 5 por 5. Las condiciones de hacinamiento terminan impactando fuertemente en la vida de todos y cada uno de los miembros de las familias que migran del campo a la ciudad.
EA: ¿Creés que esta realidad se puede revertir?
CS: Lo deseo de todo corazón, pero, siendo muy sincero, no veo por el momento que se tome conciencia de esta cuestión en el conjunto de los órganos del estado y nuestros representantes, por supuesto. Hace poco escuché a Rodríguez Larreta en un discurso de campaña diciendo que va a llevar el estado de prosperidad que tiene CABA a todo el resto de las provincias. ¡Ah bueno! Digo yo, bárbaro, porque va a llevar al interior el presupuesto cuantioso que hoy tiene la ciudad capital a costa del abandono del resto del país. Son promesas electorales. Si él realmente fuera un tipo federal, si creyera realmente en el federalismo, ni siquiera hubiera aceptado tanto dinero que por decreto le asignó el expresidente Macri. Hubiera dicho “la verdad que no necesito tantos fondos”, entonces yo podría creerle. Pero no le creo porque, mirá lo que está pasando en CABA: se levantan veredas que están en condiciones para poner veredas nuevas, levantan pavimentos que están en óptimas condiciones y ponen pavimento nuevo. Y eso pasa porque no saben qué hacer con tanta plata. San Pedro es una ciudad pujante, y hemos crecido muchísimo y mejorado mucho también la calidad de vida de nuestro pueblo. Pero el presupuesto que tiene CABA per cápita es 150 veces mayor que el de San Pedro. ¿Tiene sentido eso? De ninguna manera. No quiero ser derrotista, sino tener los pies sobre la tierra, creo que momentáneamente, la idea de un cambio de esta naturaleza es una quimera. Es mi opinión, Jorge, es lo que veo. Pero ojalá el día de mañana venga un gobierno con esa mentalidad y construya realmente un país federal de verdad.
EA: Muchas gracias, Cecilio Salazar, amigo y compañero. Compartiremos esta charla en El Agrario