Vivir en la ruralidad es un tema que tiene múltiples facetas. Yo voy a opinar desde el punto de vista de los trabajadores rurales, de lo que es el trabajo rural. ¿Qué significa vivir hoy en el ámbito rural, desde una mirada de trabajador? Nosotros vivimos en un país inmensamente grande y que, al mismo tiempo, es muy diverso. Esa diversidad está dada en lo climático, está dada en lo productivo, está dada en su gente, en su carácter, hasta en el humor de su gente.

En este punto es necesario destacar que hay más de 120 actividades agropecuarias a lo largo y a lo ancho del país. Por lo tanto, hacer una opinión única, incluyendo toda esa diversidad que menciono es poco menos que imposible, o se haría extremadamente extenso.

Por lo tanto, yo voy a opinar desde el punto de vista del trabajo y de la vida rural en la Patagonia, que es de donde yo vengo, y que es de lo que puedo hablar con conocimiento y experiencia.

¿Cómo es vivir hoy en el ámbito rural?

Yo creo que la producción agropecuaria en general, en lo que va del siglo XXI, ha pegado un salto de calidad impresionante. Han habido avances tecnológicos que generaron profundos cambios en la manera de producir.

Se modernizaron las formas de producción, ha entrado en el campo maquinaria de última generación, colocando a nuestro país entre los más tecnificados del mundo en el agro. Todo ese cambio positivo se ha dado solo en la producción, pero no han habido avances importantes en lo que respecta a la mano de obra.

Creo que el trabajo se ha quedado atrás. Ha avanzado mucho la tecnificación para trabajar, para producir; pero el hombre ha quedado en un segundo plano. Y cuando digo que se ha quedado atrás me estoy refiriendo no solamente a lo salarial, sino también a las condiciones de vida.

para poder cambiar la realidad que hoy tenemos en el sector rural se debe involucrar el Estado

Si bien tiene sus ventajas vivir en el campo, también tiene grandes desventajas. Por ejemplo, la comunicación hoy es una necesidad vital y de los servicios más fuertes del mundo. Pero en nuestro país las comunicaciones en el sector rural están muy lejos de ser las óptimas.

Hay muchos lugares y hasta regiones enteras de nuestro país que aun hoy están absolutamente incomunicadas, no cuentan con servicios indispensables de comunicación. Y eso genera atraso, desigualdad. Eso tiene como consecuencia directa la desinformación y la falta de información juega en contra del más débil, que en este caso es el trabajador.

Por eso pienso que para poder cambiar la realidad que hoy tenemos en el sector rural se debe involucrar el Estado.

Yo creo que, en general, en lo que se refiere al sector rural, el Estado ha estado ausente en muchos aspectos. El Estado se acuerda del campo cuando tiene que recaudar, cuando necesita las divisas que genera el campo.

Pero, después, no hay una auténtica política de Estado que realmente cuide, que proteja a quien produce. Una acción sostenida del Estado que le  dé las herramientas que necesita quien produce, pero que también le exija el cumplimiento de la legislación laboral, el respeto que se merece el hombre y la mujer que trabaja en el campo.

Si se cambian las condiciones para vivir y trabajar dignamente en el ámbito rural vamos a hacer que los hijos de los trabajadores y que los hijos de los empresarios agropecuarios se queden en el campo

Entonces, aquel que produce, y a quién se le dan todas las facilidades y ayudas para producir, tiene que tener a sus trabajadores en condiciones óptimas.

Vivir en la ruralidad como tal o, por lo menos lo que entiendo yo, hoy no es tan fácil como puede parecer.

Porque muchos dicen que vivir en el campo trae tranquilidad, no está el estrés de la ciudad. Es cierto, en determinados lugares. Porque hay lugares en los que trabajar y vivir en el campo, tiene sus graves consecuencias, porque como dije antes, el Estado está ausente.

Entonces, hay falta de control laboral y también hay contaminación. Tenemos que hablar de la contaminación. Tenemos que hablar de los agroquímicos, los cuales en la actualidad son de uso común en toda la producción agraria. Hay mucho peligro en el sector agropecuario por falta de control y sobre todo por falta de control del Estado.

Y esto sucede porque no están dadas las condiciones para que las autoridades tanto provinciales como nacionales, tengan las herramientas necesarias para cuidar, cubrir, proteger, exigir y controlar en un todo lo que se hace en el campo.

Por eso, para no ser demasiado extenso, digo que vivir en la en la ruralidad es un tema complejo, con partes buenas y otras malas.

Yo espero que, en un futuro cercano, los Estados municipales, provinciales y, sobre todo, el Estado nacional, se sienten en una gran mesa con el sector agropecuario, pero una mesa de acuerdos de verdad, no para sacarse una foto y dejar todo como está.

Y en esa mesa no puede estar ausente el sector trabajador. Esa forma de actuar es la que considero sería una gran mesa de consenso nacional, para que el campo tenga la relevancia que debe tener y para que la ruralidad tiente a la gente a que se quede en el campo.

Si nosotros cambiamos las condiciones del concepto de vivir en el sector rural vamos a hacer que los hijos de los trabajadores y que los hijos de los empresarios agropecuarios se queden en el campo.

Pero para eso hay que cambiar algunas cuestiones, sobre todo culturales, de lo que significa vivir en el campo y del campo.

Cuando entendamos eso, vivir en la ruralidad no solo va a ser mucho más productivo para el país, sino que va a ser mucho más tentador para mucha gente de lo que creo que es en la actualidad