Cierre dispar el martes en Chicago con la soja y el trigo bajando y el maíz en alza en su contrato de referencia.

Así, el contrato de soja de julio cedió 1,44% (US$ 7,53) hasta llegar a los US$ 512,39 por tonelada, mientras que la posición agosto de la oleaginosa subió 1,33% (US$ 6,71) para concluir la jornada a US$ 496,77 la tonelada.

Las sostenidas lluvias en las zonas productoras norteamericanas, con proyecciones de posibles mejoras en el rendimiento de la oleaginosa, dieron fundamento a las subas de los contratos de la soja negociados en el mercado de Chicago, según reportaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Los subproductos de la  oleaginosa registraron un saldo mixto, con una escalada del aceite de soja de 0,56% (US$ 7,50) hasta llegar a los US$ 1.337,52, y una reducción de la harina de soja de 2,62% (US 10,80) hasta llegar a los US$ 400,46 la tonelada.

En relación a este tema, desde la bolsa rosarina reportaron que "el aceite muestra subas, a medida que se renueva el interés y el nivel de negocios para este producto. Egipto realizó compras por más de 70.000 toneladas, entre otros datos que renuevan el dinamismo comercial. Esta dinámica no se observa en el mercado de la harina de soja, lo que impulsa las bajas".

En el caso de los granos amarillos, los contratos de maíz crecieron en su posición más corta un 0,07% (US$ 0,20) y cerraron el día en US$ 259,73 la tonelada; en oposición, los contratos más largos registraron saldos negativos.

"Leves ganancias en la posición más cercana se contraponen a fuertes pérdidas en las posiciones siguientes. Continúan las lluvias y los pronósticos de más precipitaciones en el medio oeste norteamericano a medida que el grano amarillo avanza en su desarrollo. Con perspectivas de mejores rendimientos, los precios de las posiciones futuras reaccionaron a la baja", detallaron desde la bolsa rosarina (BCR).

Finalmente, los contratos de trigo perdieron 1,58% (US$ 3,86) y cerraron la rueda de negocios a US$ 239,20 la tonelada.

En un marco donde los avatares del clima aportan volatilidad, "las precipitaciones no se detienen en las planicies y otras zonas productivas estadounidenses, favoreciendo las expectativas de producción y empujando hacia abajo los precios", explicaron desde la BCR.

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