Las zanahorias parecen no estar en la tierra, sino "por las nubes". Su valor fue en agosto el de la brecha más grande si se tiene en cuenta entre lo que recibió el productor agropecuario y lo que pagó el consumidor final, ya que, aumentó 8,35 veces del campo a la góndola de los supermercados.

Estos datos surgen de una medición realizada por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en la presentación del último Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD). De dicho informe se desprende que, en el promedio general, se mostró que la diferencia de precios entre los dos extremos de la cadena cayó a 4,14 veces, el menor desde que comenzó a medirse en 2015.

Con mayores descensos entre los productos frutihortícolas que en los ganaderos, la baja del 15% respecto de los niveles de julio fue impulsada por caídas profundas en las brechas del ajo, el zapallito, la cebolla y el tomate, indicó el informe de CAME.

En lo que respecta a la participación del productor en el precio final, escaló a 28,9% mejorando un 14,1% en relación con el mes de julio.

Otros indicadores para atender son los de la manzana (7,2 veces), la calabaza (6,36 veces), y la pera (6,33 veces); en tanto los productos con menores brechas fueron la frutilla (1,6 veces), la acelga (1,9 veces), el pollo (2,16 veces) y la papa (2,51).

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