El aceite de nuez pecán con valor argentino
Investigadores del INTA Concordia buscan establecer tanto la calidad, como la vida útil del aceite de nuez pecán que se elabora en la región.
Por Marisa Massaccesi | 06-08-2020 03:00hs
Argentina produce 800 toneladas de nuez pecán cada año, 600 toneladas de esa producción, corresponden a la provincia de Entre Ríos.
Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Concordia buscan establecer tanto la calidad, como la vida útil del aceite de nuez pecán que se elabora en la región, a los efectos de agregar valor y conquistar nuevos mercados, ya que nuestras nueces son muy valoradas en el exterior.
Marina Panozzo es investigadora del INTA en Concordia. Sobre el aceite de nuez pecán, explicó que cuenta con un importante potencial, puesto que es poderoso en vitamina E y en ácidos grasos insaturados, aportando beneficios a la salud, como los ácidos oleico y linoleico. "Está considerado como un producto gourmet y, debido a que su sabor es neutro, puede ser utilizado en preparaciones dulces y saladas”, agregó.
El consumo de esta clase de alimentos, crece día a día, ya que despierta el interés por ser considerado beneficioso para la salud. El contenido de ácidos grasos del aceite de nuez pecán cumple con los requerimientos señalados por la FAO, por tal motivo, el aceite puede presentarse como una alternativa de valor agregado en la cadena productiva de este fruto seco.
La investigación de Panozzo y su equipo se inscribe en el estudio de la temperatura de almacenamiento y en la determinación de partículas, que podrían afectar el aceite de manera negativa, para conocer el tiempo de vida útil o durabilidad del producto.
En el caso de las nueces, la estabilidad de sus aceites depende directamente del manipuleo que ocurre durante el período de cosecha, procesamiento y almacenaje. Además, influyen la región de producción, la variedad cultivada y las características del suelo y del clima.
“En la Argentina, la producción de este aceite se da a baja escala y su obtención es por prensado en frío, ya sea mediante prensas hidráulicas o de tornillo”, indicó Panozzo.
Las mejoras de procesos de transformación y de preservación de alimentos, con vistas de una producción sostenible y que apunta a la competitividad de las cadenas y regiones de Argentina, son parte del estudio exhaustivo que están realizando desde el INTA Concordia.
“En el marco del proyecto ‘Estrategias tecnológicas innovadoras para la transformación y preservación de alimentos’, se pretende determinar en qué medida los finos presentes en el aceite modifican su vida útil y analizar cuáles son las tecnologías más apropiadas para este producto, según la escala de producción”, indicó Panozzo y añadió: “Analizamos tecnologías de decantación, de filtración y de centrifugación industrial”.
Asimismo, la investigadora del INTA Concordia estudia cómo influyen las diferentes temperaturas de almacenamiento en la calidad del producto final. “Nuestro objetivo es obtener un producto de calidad e incrementar el agregado de valor y la oferta de alimentos con características nutritivas, funcionales y sensoriales diferenciadas, para responder competitivamente a las demandas internas y externas del mercado”, indicó Panozzo.
La nuez pecán llegó a Argentina en el siglo XIX, a través de semillas traídas por Domingo F. Sarmiento, con fines ornamentales. Posiblemente sea este el origen de algunos árboles añosos que se encuentran en estancias de Buenos Aires, Entre Ríos y otras provincias. Alrededor de los años cincuenta, el Ing. Agrónomo Martín A. Leber del INTA realizó una intensa campaña de distribución de nueces de Pecán entre los isleños de la región del Delta del Paraná para que las sembraran y es por eso, que actualmente encontramos plantas diseminadas por todo el Delta inferior, desde el Tigre hasta el arroyo Ñancay sobre el río Uruguay.
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