Si pensamos en plantaciones de olivares, una de la provincia que viene a nuestra mente es Catamarca. Para esta época del año, ya finalizó la cosecha de aceituna de mesa en el Valle Central y se pone manos a la obra a las aceitunas para aceite que se concentran más en las zonas de altura, donde alrededor del 80% de las variedades cultivadas son aceiteras.

Los empresarios estimaron que la cosecha fue muy buena, similar a los niveles de los años 2017 y 2019, aunque brindaron un dato no menor: el 70% de los trabajadores que participaron de la cosecha llegaron de otras provincias.

Se llevaron a cabo una serie de acciones para lograr incorporar cosecheros catamarqueños y así limitar los ingresos, sobre todo en este tiempo de pandemia de Covid-19, pero no hubo buenos resultados. En este sentido, hubo que movilizar a los trabajadores con test de antígenos negativos realizados en origen, como Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy.

El asesor técnico de la Asociación Olivícola Catamarqueña (ALSOCAT) Federico Alonso, informó que "la cosecha de aceituna de mesa fue positiva para el Valle Central y cubrió las expectativas. Hemos estado entre 10 y 12 millones de kilos incluyendo a los pequeños productores de la Colonia del Valle. El número es parecido al rendimiento de 2019. En 2020 hubo menos de fruta por efectos climáticos y calculamos que en aceite vamos a estar en una cifra parecida o llegaría a los 15 millones de kilos”.

El asesor de la Asociación agregó que demandó la contratación de mayor cantidad de mano de obra. En el caso de la cosecha de aceitunas para aceite, se realiza con maquinarias en la mayoría de los establecimientos y demanda menor cantidad de trabajadores. "Para trabajar en la cosecha, tiene que ser gente del campo para aguantar ese ambiente de trabajo con cuarenta grados de calor y con trabajo muy intenso", añadió Alonso.

Reconversión Varietal

El sector olivícola tiene toda su mirada puesta en la reconversión varietal, y desde el Gobierno catamarqueño se otorgó un crédito para mejorar la calidad de la producción en el Valle Central, a través de la Caja de Crédito y Prestaciones de Catamarca (Capresca), es decir, son 200 millones y se entregan 200 mil pesos por hectárea, que es el cálculo que presentó ASOLCAT.

"La intención es pasar varias hectáreas del Valle Central a la producción de aceituna de mesa, que es la que mejor rendimiento tiene. y por eso muchos campos se van a reconvertir", informó Alonso.

La reconversión se extiende al nogal, vid y otros frutales. Unas 500 hectáreas estarán destinadas al sector olivícola. Este proceso demanda un año y como las primeras plantas necesitarán tres años para crecer, los primeros resultados de la reconversión se verán en cuatro años, generando nuevas fuentes de trabajo.

Si te interesó esta nota, sugerimos leer: Censo Nacional Agropecuario 2018: el Indec dio a conocer los datos definitivos