Si bien siempre existió con la denominación de col rizada, el kale todavía está en proceso de descubrimiento por parte de los consumidores. Pertenece a la familia de las crucíferas, como el brócoli, la coliflor y los repollitos de Bruselas, y está comenzando a buscarse en verdulerías debido a su gran contenido de vitaminas, minerales y antioxidantes que lo transforman en un “superalimento”.

“El kale toma su fama en un momento en el que hay una tendencia clara de la gente que asoció que la comida y la salud van de la mano. A eso sumale la movida fit y se convierte en un nicho de mercado, que cada vez es más grande”, comentó a Télam el productor Agustín Benito, de Sueño Verde, empresa que hace 15 años se dedica al cultivo de esta crucífera.

En nuestro país se cultiva en la provincia de Buenos Aires y se hacen dos siembras anuales, una a principio de año y otra a mediados. Se comienza a cosechar a los tres meses. Existe de diferentes colores, rojos y verdes, que resaltan su color con el frío, y de hojas crespas y lisas.

El mejor momento del kale es en invierno. Su cultivo no es muy complejo, la planta se adapta al clima y soporta bien el frío, pero se lo debe proteger de algunas plagas como los pulgones.

Si bien el mercado aún es chico, se encuentra en crecimiento ya que está siendo más conocido y muchos cocineros los están incorporando a las cartas de sus restaurantes.

Propiedades

Esta verdura es rica en fibras, ácido fólico, minerales como magnesio, calcio, hierro, potasio, betacarotenos y vitaminas A, C y K. Además, de su bajo contenido calórico, posee sustancias antioxidantes protectoras de la salud.

Entre los beneficios que brinda para la salud se destacan el mejoramiento del estado de ánimo, la reducción del colesterol, la mejora de la función inmunológica, la prevención del cáncer, y la reducción del riesgo de enfermedades crónicas.

Cómo incorporarlo

Se puede consumir en ensaladas, empanas y tartas. Al hervirlo mantiene su volumen y es más sustanciosa, lo que la hace ideal para rellenos. Además, es un ingrediente muy rico para comerlo salteado con oliva y ajo. Su sabor es similar al brócoli, pero menos “oloroso”.

Receta simple: Chips de kale

Ingredientes

Kale: 500 gramos.

Dos cucharaditas de aceite de oliva.

Sal y pimienta a gusto.

Preparación

– Precalentar el horno a 220 ºC. Enjuagar el kale con agua fría y secar sus hojas. En seguida, cortar el tallo central y hacer trocitos con las hojas.

– Colocar el kale en una bandeja para horno rociada con aceite de oliva y sazonar con sal marina y pimienta negra.

– Asar en el horno durante 20 minutos, dando vuelta a mitad de cocción, hasta que estén crujientes en los bordes.

Fuente: Télam