Trigo y fertilizantes, ¿Dúo clave para una buena cosecha?
El Agrario entrevistó al ingeniero agrónomo Santiago Tourn, quien nos enseñó puntos claves sobre los fertilizantes. Innovación, tecnología y correcta aplicación pueden llevar a la cosecha de trigo a ser record este año.
Por Marianela Chimento | 13-05-2020 02:17hs
Comenzó una nueva campaña de trigo en Argentina con grandes posibilidades de que sea récord en productividad. Sin embargo, son varios los puntos que se deben ajustar para lograr ese objetivo. Uno de ellos es la aplicación de fertilizantes sólidos.
El Agrario entrevistó a Santiago Tourn, docente e investigador de la facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce (UNMdP) quien nos informó respecto a este sistema.
Los fertilizantes se utilizan en todos los cultivos extensivos para favorecer el crecimiento y mantener los rendimientos. El suelo puede proveer agua y nutrientes pero es limitado, para poder aumentar los rendimientos hay que agregar una fuente externa de nutrientes a las plantas, y estos son los fertilizantes. No obstante, la desuniformidad de aplicación de las dosis de fertilizante en el terreno es una de las fuentes de pérdidas de productividad más importante y subestimada.
El ingeniero Tourn nos explicó que hay diferentes momentos donde se aplica fertilizante, puede ser antes de la siembra, durante o después. Pero independientemente del momento, la calidad de aplicación debe mantenerse.
Además explicó que las fuentes principales de aplicación pueden ser líquidas o sólidas, siendo esta última una de la más utilizada por su facilidad y capacidad operativa de aplicación. Las fuentes sólidas se pueden aplicar con la sembradora o bien proyectadas.
Haciendo hincapié en la proyección, Tourn indicó que no importa el tipo de fertilizadora utilizada sino que lo que hay que tener en cuenta es la calidad de aplicación que se puede lograr. En ese sentido manifestó que "se puede medir, por ejemplo, con el coeficiente de variación de la dosis distribuida en el suelo, así, son aceptables aquellas aplicaciones que se encuentren por debajo del 25%".
Además, el ingeniero agregó que "hacerse el tiempo para configurar y/o medir la fertilizadora es un punto clave de partida para conocer el límite máximo de la calidad de aplicación. Se debe ajustar la dosis correctamente y su distribución, pero en este punto intervienen otros factores como la calidad del fertilizante, las condiciones de la máquina, la persona que la opera y las condiciones ambientales".
La clave está en un mayor trabajo de capacitación a técnicos, productores y operarios, utilizar fertilizantes de buena calidad y conocer muy bien los límites ambientales, sobre todo la intensidad del viento.
A raíz de estas consideraciones, Tourn ejemplificó que se detectan muchos errores de aplicación de fertilizantes por proyección, provocando pérdidas muy graves de productividad e ineficiencia económica. Esto fue medido en ensayos realizados por su equipo de trabajo que detectaron pérdidas de 45% de rendimiento en trigo por una mala calidad de aplicación y de nitrógeno. Similares pérdidas se registraron también para el maíz.
Por esta razón, el especialista puntualizó que “para no perder productividad los coeficientes de variación tienen que estar por debajo del 15%”. Asimismo, afirmó que en Argentina existe la tecnología en fertilizadoras para lograr esos niveles de calidad de aplicación.
Por último, el ingeniero Tourn afirmó: ¨Para que la calidad se mantenga o se mejore es necesario promover más la innovación en empresas fabricantes de fertilizadoras líderes y aumentar el nivel tecnológico de aquellas que están en proceso, además de mayor trabajo de capacitación a técnicos, productores y operarios, utilizar fertilizantes de buena calidad y conocer muy bien los límites ambientales, sobre todo la intensidad del viento"