'Caña con ruda, contra el mal ayuda'
Agosto es el mes de la Pachamama y empezamos a prepararnos para el rito que se celebra en todo el continente.
Por Marisa Massaccesi | 30-06-2020 02:00hs
Cada 1° de agosto, ya sea en el campo o en la ciudad, los argentinos cumplimos con el rito de tomar un traguito de caña con ruda en ayunas. De acuerdo a la tradición oral que ha recorrido tantos caminos como conversadores, dicen que son tres sorbos los que hay que tomar, otros suben la apuesta y alegan que son siete. En algunos pueblos del interior sostienen que se puede tomar en cualquier día del mes, pero ante cualquier duda, la mayoría arranca el primer día de agosto.
Se dice que fueron los indios guaraníes los primeros en reconocer las propiedades o capacidades medicinales de la ruda macho, que diferenciamos por el tamaño de la planta, de las hojas y la intensidad de su aroma. Algunos seguidores de la tradición dicen que esta planta acaba con cuanto parásito se presente, alivia malestares gastrointestinales y de uso externo, sirve para calmar ardores e irritaciones por picaduras de bichos.
Antiguamente se creía que agosto era un mes donde se producían más muertes, no solo de personas, sino también del ganado, por lo que este brebaje sería como un escudo protector para todos. Este ritual ancestral se practica para alejar los maleficios y atraer salud y suerte. La tradición más enraizada asegura que de esta manera se espantan los males del invierno
Existe todo un misterio en torno a esta planta y de ahí que han surgido algunas frases en torno a ella, tales como, “julio los prepara y agosto se los lleva”, “caña con ruda, contra el mal ayuda”, “más vale emborracharse que morirse", entre otras tantas. La cuestión es que el rito no se discute y no es asunto de tomarla dos días después, por eso con EL AGRARIO te contamos que es simple su preparación.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es la anticipación para realizar la maceración correcta. Se compra una botella de caña, se echan dentro algunas hojas de ruda, no olvidar que debe ser de la variedad macho. Se la cierra y se la guarda.
Generalmente se prepara el 1º de julio, o sea un mes antes, para poder beberla el 1º de agosto, aunque también se puede guardar durante un año, o sea, la podés volver a usar en 2021. Depende del lugar de nuestra vasta geografía, para que no sea tan fuerte, aparte de prepararla unos días antes, se le agrega a la botella cascaritas de naranja y un chorrito de miel.
No obstante, si no hicimos a tiempo para prepararla también es válido ser convidado por otra persona que tenga una botella lista.
Con la cuarentena, por ahí se nos dificulta su preparado, en algunos comercios barriales se la vende con antelación, o se la puede adquirir por internet y te la llevan a tu casa. Su valor ronda desde los 150 a $300, depende del tamaño, si es artesanal, presentación, etc.
Este año, más que nunca no deberíamos dejar de tomar un traguito.