Doña Raquel Haydeé Coila, ejemplo de trabajadora rural
Fue un emblema de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) desde sus comienzos, donde desplegó una incansable labor en favor de las postergadas mujeres que trabajan la tierra. Ante la proximidad del Día de la Mujer, bien vale rescatar su ejemplo.
Por Gabriel O. Turone | 04-03-2020 12:26hs
Raquel Haydeé Coila, "La Coila" como se la conocía, había nacido en la provincia de Neuquén en 1947, en el seno de una familia de orígenes muy humildes que, al poco tiempo, emigró a la localidad rionegrina de Allen. Para ayudar a la economía del hogar, de niña ya se desempeñaba en tareas rurales, como ser la cría de chanchos y la siembra y cosecha de frutillas y manzanas.
Con el tiempo, y no pocas dificultades de índole económica, esposó con un policía de nombre Ángel Argüello. De esa unión en la que se concibieron 12 hijos, tres de ellos murieron en el vientre materno a causa de la violencia doméstica de la que era objeto Raquel por parte de su marido. Al separarse, nuestra biografiada fue el único sostén de la prole al trabajar en la cosecha de cebollas y otras verduras; también se empleó en un horno ladrillero.
En su primera adolescencia fue germinando en su espíritu la idea de la caridad y ayuda social que tantas veces había visto de chica a través de la figura de Eva Perón.
Fue su suegro, don Alonso Argüello, afiliado a la Federación Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (FATRE), la primera persona que introdujo a “La Coila” en la actividad gremial. Y allí mismo, en su primera adolescencia, fue germinando en su espíritu la idea de la caridad y ayuda social que tantas veces había visto de chica a través de la figura de Eva Perón.
Su primer cargo gremial lo ocupó en la Seccional 167 de Allen, Río Negro, ejerciendo como Secretaria General.
Su primer cargo gremial lo ocupó en la Seccional 167 de Allen, Río Negro, ejerciendo como Secretaria General de la misma, al tiempo que trabajaba en la firma Maciel que se dedicaba al cultivo de frutillas. No obstante, hizo notables esfuerzos por mejorar la condición de los obreros rurales que cobraban en negro, motivo por el cual solicitó asesoramiento legal en la Delegación Cipolletti de la UATRE.
“La Coila” cumplió en darle un mejoramiento sustancial no solo a los varones sino también a las mujeres en sus faenas rurales. Con el correr de los años, se fue ganando el respeto de sus pares pero también el de los patrones y empresarios zonales, acrecentando su prestigio.
En Allen, “La Coila” cumplió en darle un mejoramiento sustancial no solo a los varones sino también a las mujeres en sus faenas rurales, ya sea organizando diversas capacitaciones, charlas informativas y visitando establecimientos campo adentro. También se puso al frente de las medidas de fuerza cuando algunas empresas no acordaban en otorgarles los derechos indispensables a los empleados rurales. Con el correr de los años, se fue ganando el respeto de sus pares pero también el de los patrones y empresarios zonales, acrecentando su prestigio.
A finales del año 2003, doña Raquel Haydeé Coila fue elegida para el cargo de Vocal 2ª en el Secretariado Nacional de la UATRE. Sin embargo, falleció el 25 de febrero de 2004 a los 57 años de edad, sin haber podido asumir oficialmente el cargo.
Vaya, entonces, el recuerdo para esta noble y esforzada mujer que todavía hoy sigue vigente en el pensamiento de sus pares y de quienes tienen la responsabilidad de dirigir los destinos de la UATRE, y nunca mejor que en las vísperas de un nuevo día que las recuerda y honra