JUAN BAUTISTA CABRAL

El mártir de San Lorenzo

Hoy 3 de febrero debemos hacer un alto y recordar a un soldado que cambió la historia de nuestra patria y de dos países más: el sargento del Regimiento de Granaderos a Caballo Juan Bautista Cabral.

Por Luis Chervo | 03-02-2023 12:57hs

Había nacido en Saladas, Corrientes, el 24 de junio de 1789. Era zambo. Hijo de una esclava negra, Carmen Robledo y un indio guaraní que había cristianizado su nombre como Francisco Cabral, apellido de su patrón.

Juan Bautista Cabral tenía 23 años cuando fue parte, en esa calurosa mañana del miércoles 3 de febrero de 1813, de la primera batalla librada por el Regimiento al mando de José de San Martín, contra el colonialismo español, en las barrancas lindantes al Convento de San Carlos Borromeo, en la que hoy es la localidad de San Lorenzo, provincia de Santa Fe.

Dicen que no era muy buen jinete, aunque lo dudamos, porque para aquel combate, el coronel había elegido a sus mejores hombres. Analfabeto, como casi todos en aquel tiempo, seguramente su idioma materno era el guaraní.

No se sabe bien como murió. Algunos dicen que interpuso su cuerpo entre una bayoneta realista y el cuerpo de su Jefe, caído debajo del cadáver de su caballo.

Otros dicen que fue bayoneteado cuando peleaba por sacar al coronel de debajo de su bayo muerto. Y hay alguno más que dice que mientras ataba las riendas de su caballo a las riendas del caballo muerto de San Martin, para arrastrarlo, es cuando recibe dos heridas mortales de arma blanca.

Agonizó cerca de tres horas, para morir a media mañana, finalmente sobre una de las mesas del Refectorio (comedor) de los curas del convento.

En su informe a la Asamblea del Año XIII, San Martín incluyó una especial mención a Cabral:

"No puedo prescindir de recomendar particularmentea la familia del granadero Juan Bautista Cabral, natural de Corrientes, quien atravesado el cuerpo por dos heridas no se le oyeron otros ayes que los de viva la patria, muero contento por haber batido a los enemigos"

Sin él y su sacrificio, nada hubiera sido igual. El futuro Libertador seguramente hubiera muerto en aquel pequeño combate, el cruce de los Andes jamás habría ocurrido y la historia del país, de la América y del mundo hubiese sido muy distinta. Aquel humilde mártir, con su inmolación, sin saberlo, ayudó a que la Nación Argentina naciera.

Juan Bautista Cabral se llamaba aquel soldado raso que la tradición popular convirtió en Sargento, porque nunca fue ascendido post mortem oficialmente, ya que no era costumbre de la época. Sin embargo, hay quienes afirman que habiendo ingresado al Regimiento como soldado raso, sus habilidades y capacidad de mando le permitieron obtener rápidamente el grado de cabo y luego el de sargento. No obstante, el Ejército Argentino lo honra designando a la Escuela de Suboficiales “Sargento Cabral”.

Aquel día lejano de febrero de 1813 fue muy caluroso, lo que hizo que los cuerpos de los caídos, realistas y granaderos, fuesen sepultados con premura. Su cuerpo fue sepultado en una tumba grupal, sin identificación. Junto a él, cayeron 14 granaderos más ese día y, por las heridas recibidas, otros 18 en días posteriores.

Hoy se cumplen 210 años de su inmolación.

Recordemos con Honor y Gloria a su sagrada memoria. La Argentinidad estará siempre en deuda con él.

Más noticias

El mártir de San Lorenzo

Denuncian otra vez agresiones de la seguridad de Joe Lewis a manifestantes en Lago Escondido

Explotación laboral en establecimientos productivos de La Pampa

Pautas para la prevención de la brucelosis caprina y el cuidado de la salud de las personas

El botiquín del huertero, un libro para conocer la acción terapéutica de las plantas

Una pyme bonaerense producirá aceite de soja con energía renovable por primera vez en la región