La Cueva de las Manos, un tesoro arqueológico
Conocida por albergar pinturas rupestres de más de 9.000 años, fue optimizada para lograr una experiencia más cercana.
Por Natalia Marchesi | 22-05-2021 12:08hs
Ubicada al noroeste de la Provincia de Santa Cruz, en Cañadón Río Pinturas, a unos 120 kilómetros de Perito Moreno y a 47 desde Bajo Caracoles, la Cueva de las Manos es un sitio muy rico en historia que contiene diversas pinturas de más de 9.000 años de antigüedad.
Las mismas abarcan un frente de más de 600 metros y representan diferentes escenas de la vida cotidiana del pasado, especialmente la caza, junto con motivos de animales, figuras abstractas y negativos de manos, que sirven como evidencia de una ocupación del sitio por cazadores recolectores.
Este tesoro histórico, que traslada al visitante al pasado primitivo de la existencia humana, ha sido destacado por la UNESCO como un “conjunto pictórico único en el mundo” gracias a su antigüedad, su persistencia en el tiempo y el estado de conservación de las pinturas.
Además, al estar ubicada en un entorno natural de estepa y meseta patagónica, se puede contemplar la fauna local, como el chinchillón anaranjado, guanacos y con mucha suerte algún puma, y avistar aves entre las que se destacan el cóndor, halcón o grupos de choiques (ñadún petiso).
Una experiencia sin barreras
Gracias a las últimas obras que se realizaron en el lugar, se quitaron las rejas de dos metros de altura entre la pasarela y las pinturas, a fin de que los visitantes tengan una mayor aproximación, sin barreras visuales, obteniendo más amplitud en el espacio e intimidad en la visita.
Cabe destacar que dichas rejas habían sido colocadas para proteger las pinturas de los hechos de vandalismo que ocurrieron en el pasado. En ese entonces, la Fundación Rewilding Argentina compró las tierras y las donó para la creación del Parque Provincial Cueva de las Manosy gracias a la intensificación de controles implementados se pudieron quitar las rejas.
Según lo descripto por la Fundación, actual administradora del Parque Patagonia, hoy en día solo existe una baranda de 90 centímetros de alto que separa al visitante de las pinturas.
La obra se completó con la renovación del acceso conocido como Bajada de Los Toldos cuyo tramo final era de alta dificultad. El mismo fue reemplazado por una escalinata construida con elementos naturales, convirtiéndose en un paseo para disfrutar que permite apreciar vistas panorámicas del cañadón del río Pinturas.
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