Cómo se cura un mate
Hay varias formas de curar el mate, pero la más simple y tradicional de todas es tal vez la mejor. Recomendación de El Agrario, un toque final para darle un gusto suave.
Por Redacción El Agrario | 04-09-2022 11:14hs
Existen varias maneras de curar el mate, pero hay una que es la más simple y tradicional de todas. En esta nota vamos a ver cómo se cura el mate, algunas variantes para hacerlo y cuál es la mejor forma, para nosotros, de tener un mate con un gusto suave.
Primero que nada, ¿qué es curar el mate? Curar el mate es preparar la calabaza o la madera para que pueda ser utilizada para tomar mate, quitando excedentes del material y acostumbrando el mismo a la yerba y, sobre todo, al agua caliente.
Al curar el mate obtenemos un recipiente apropiado para tomar la infusión, que no quede tan fuerte ni transmita en exceso el gusto de la madera o calabaza, y además evitamos que esta se parta al verter el agua caliente.
La manera más tradicional y simple de curar el mate es con yerba usada. Para eso, hay que llenar de yerba usada el mate, hasta el tope, y colocar un poco de agua tibia, que servirá para mantener la yerba húmeda. Se lo deja reposar hasta el día siguiente, cuando se quita la yerba y se repite la operación.
Luego de los primeros dos días, al momento de quitar la yerba se debe raspar el mate por dentro con una cuchara para remover la pelusa que va soltando. La secuencia se debe repetir entre 5 y 7 días, dependiendo del mate.
Luego de ese tiempo se puede dejar secar el mate por completo y luego comenzar a utilizarlo. Solo así se sabrá si el mismo está curado y apto para ser utilizado. Si el gusto es demasiado fuerte o tiene un dejo a fermentación, se lo debe seguir curando algunos días más. De todas formas, el mate termina de curarse totalmente mientras se lo usa.
Existen algunas variantes para finalizar el proceso. Una de las más comunes es colocar brasas dentro del mate, haciendo que se queme un poco. Así el mate queda completamente curado y sin restos de pelusas o partes blandas, sobre todo en el caso de la calabaza. La contrapartida es que con ese método el mate que suele quedar más fuerte.
Otra variante es finalizar el curado del mate con whisky. Paradójicamente, a pesar de ser una bebida fuerte, curar el mate con whisky ofrece un sabor suave y agradable para la infusión. Para ello, sencillamente se debe colocar una cucharadita de whisky en el mate, sin yerba, esparciéndolo bien por toda la superficie interior y dejándolo secar hasta el día siguiente. Con el tiempo y uso del mate, el delicado sabor que deja el whisky se puede ir perdiendo, por lo que se puede repetir la operación.
Un problema que puede surgir al curar el mate es la aparición de hongos. Es normal que mientras curamos el mate algunas partes se pongan negras, y en la mayoría de los casos no se trata de hongos. En cambio, si aparecen hongos blancos, o bien negros, que suelen surgir en formas redondeadas y crecen de tamaño, se los debe quitar.
La manera de quitar los hongos es bastante simple. Se coloca agua hirviendo y se deja reposar unos minutos. Luego se enjuaga y se raspa con una cuchara y se repite la operación. Si con eso no alcanza, se puede pasar una lija por dentro para remover el hongo.
Para prevenir la aparición de hongos durante el curado se debe renovar la yerba todos los días, sin dejar nunca la misma por más de un día en la calabaza. Los hongos también pueden aparecer una vez que el mate ya está curado. Para evitar esto hay que limpiarlo y lavarlo cada vez que se termina de usar.
El secado del mate también es importante. Si es un mate que tarda mucho en secarse, se puede pasar una servilleta por dentro para que seque más rápido. No se debe dejar nunca boca abajo, ya que de esa forma no ventila y se favorece la formación de hongos.
¡A disfrutar de esta infusión que es parte de nuestra identidad!