Los Payadores
La payada es un arte muy antiguo que consiste en la capacidad de improvisar versos acompañados por un instrumento musical.
Por Christian Fasani | 23-07-2020 10:00hs
En nuestro país la guitarra es la que interpreta las melodías populares a modo de acompañamiento. El payador es el encargo de relatar historias sobre la vida, sus sueños, sus amores, sus miedos y sus experiencias.
En la Argentina las improvisaciones suelen ser en octosílabos pero las estrofas más usadas son las décimas y se acompaña musicalmente con el ritmo de la milonga surera. En otros países americanos, como Brasil, esta práctica contrapuntística se llama “embolada”, los que las llevan a cabo son llamados coquistas y se acompañan con el ritmo de los pandeiros.
“Los payadores cantan opinando”, José Hernández.
Al hablar de payadores, durante muchos años, nos imaginamos al campo como único escenario, sin embargo de la mano del gaucho llegaron a la ciudad y nació así el payador urbano. Había payadores muy humildes de pulperías, pero también estaban los famosos que sin lugar a duda supieron llamar la atención de la prensa nacional. El más conocido fue el negro Gabino Ezeiza, un músico que aprendió el oficio de muy chico y se dedicó a recorrer los pueblos aceptando desafíos de quienes quisieron competir la vida con él.
"Los fue borrando el olvido, pero dejaron una huella en el camino que de vez en cuando se repite", Atahualpa Yupanqui
En la ciudad la payada llegó a tener un lugar muy importante, se distinguían en los circos junto a otros artistas populares del tango con quienes tenían una relación ambivalente pero siempre fructífera. Según don Atahualpa Yupanqui, "a los históricos de este género los fue borrando el olvido, pero dejaron una huella en el camino que de vez en cuando se repite, y a veces, sus coplas se transforman en coplas del pueblo, coplas que son de todos y de nadie".
El fundador de la literatura gauchesca Bartolomé Hidalgo, se identificó a sí mismo como un payador y fue así como todos los poetas gauchescos tuvieron esa impronta. José Hernández remarcó algo que luego estuvo muy presente en estos artistas, “los payadores cantan opinando”, y así muchos de ellos expresaron las inquietudes y dolores de un pueblo que no siempre fue tenido en cuenta. (Estoy pensando en don Luis Acosta García, en Martín Castro y en muchos otros).
En la ciudad o en el campo, en boliches rurales, en algún club de pueblo, en el escenario de un teatro, en fin, en distintos lugares se daban cita a estos artistas errantes que competían entre sí, y que muchas veces pasaban toda la noche dando pelea.