Retratos de la payada rioplatense
Payadores es un libro de fotos y entrevistas que recorre el presente del arte de la improvisación
Por Agustina Badano | 07-06-2020 10:00hs
En el 2015 la Payada fue declarada Patrimonio Cultural del Mercosur.Casi al mismo tiempo Nicolás Kühnert, en colaboración con Mario Efron y Exequiel Mantega, todos músicos, docentes e investigadores, durante 5 años recolectaron entrevistas, material fotográfico y audiovisual del mundo de los payadores.
Recorrieron parte de la provincia de Buenos Aires: Dolores, Mar del Plata, Las Flores, Chascomús, San Vicente y Avellaneda. Exploraron su intimidad: sus casas, sus ensayos, los rincones donde practican guitarra o ensayan sus versos, sus presentaciones y festivales. Hoy, esa investigación tiene formato de libro y más adelante será un documental. Su propósito, es darle mayor visibilidad a este mundo escondido que tiene como vehículo el arte de la improvisación.
Son seis los protagonistas del libro, con historias y procedencias diferentes: José Curbelo, una leyenda en los circuitos rioplateneses. Marta Suinty Susana Repetto, aportan género femenino a este arte que históricamente se ha relacionado más con el hombre. Pablo Díaz es un payador que también es artista plástico, actor y maestro. Emanuel Gabotto y David Tokarrepresentan a las camadas más jóvenes y todo su empuje.
La intención de los autores fue hacer un registro directo del arte del payador: en el libro, las imágenes dialogan con las entrevistas a cada uno de los artistas. “Hacer la curaduría de casi las 80 fotos que forman parte del libro fue complejo, porque fueron años de fotos y de viajes y de muchos encuentros”, dijo Mario Efron, fotógrafo del libro, a El Agrario.
Cada capítulo del libro comienza con un retrato de un payador acompañado de una décima en la que cada protagonista se describe a sí mismo. Por ejemplo:
“Yo soy Susana Repetto
la maestra payadora
una madre, una señora
en el orden del respeto.
Llevo en mi, un sueño concreto
de esperanza, amor y fe
en este arte encontré
lo más grande para mi.
si payadora nací
payadora moriré”
Aunque suele asociarse la payada a la vida rural, alejada de los grandes ciudades, el libro retrata espacios urbanos. “Fuimos a un lugar muy emblemático que es La Panadería de Burzaco. Un panadero corre todas sus maquinarias de trabajo y queda una especie de salón, incluso se puede ver el horno, y es el lugar que los payadores han elegido como un espacio de encuentro muy importante, hasta suelen juntarse para celebrar el día del payador”, explicó Efron. Otro espacio urbano que es parte del libro es el restaurant Las Palmeras, del barrio de San Telmo, un lugar donde se hacen encuentros organizados por las nuevas camadas de payadores.
En los últimos años, los payadores más jóvenes están haciendo un entrecruzamiento con los raperos. La payada y el rap son dos formas de improvisación que encuentran en el contrapunto su principal atractivo.
“Los payadores tienen una cosa muy fuerte de denuncia social, de poder contar los problemas del pueblo. Ellos muchas veces dicen: somos la voz de quien no tiene voz”, dijo Efron. Marta Suint, por ejemplo, pone en acciones lo que predica en sus versos: colabora con un comedor comunitario en un barrio muy humilde de Mar del plata, donde también se hicieron algunas fotos del libro.
Los ejemplares del libro, con diseño de Angelina Sánchez, están recién salidos de la imprenta. Por el momento no va a tener distribución en librerías, así que los interesados pueden contactarse por redes sociales a Proyecto Payadores
El libro también será donado a bibliotecas populares de la Ciudad de Buenos Aires.
Nicolás Kühnert resume esta aventura: Hoy como ayer el canto de los payadores es imprescindible.