Muchos de sus seguidores lo conocen como “El Pampa” o “el toro de Huanguelén”, ciudad de la provincia de Buenos Aires donde nació en 1937 con el nombre de José Teodoro Larralde Saad. A los 7 años ya andaba escribiendo sus primeros versos.  Fue trabajador rural, tractorista y también mecánico y soldador.

Larralde empezó su carrera musical en los sesenta y, otro grande del folclore como lo es Jorge Cafrune, tuvo mucho que ver en el destino de “El Pampa”. Aunque se habían conocido hacía poco en Huanguelén, Cafrune regresa al poco tiempo a la misma ciudad y lo invita a compartir el escenario para  interpretar algunos temas en el Club Social y Deportivo Unión.  La admiración de todos fue total.  Larralde cantó varios temas, entre ellos “Herencia pa´un hijo gaucho”, canción  que la compañía discográfica RCA decidió grabar sellando una contratación exitosa con el artista.

Larralde centró su mensaje en los postergados, el amor, la soledad, el silencio y el entrelazado de las relaciones cotidianas;con su voz, acompañado solamente de su fiel guitarra le habló al patrón desde su lugar de peón. Confiesa que no le gusta que a su trabajo lo llamen recitales ni shows, “él hace guitarreadas con la gente “.  Escuchar a este artista consecuente en sus acciones,  que no da casi entrevistas,  que no sube a tantos escenarios como sus seguidores quisieran, hablan de la coherencia artística que siempre ha propinado este cantautor.   Entre canciones y milongas va narrando su filosofía de vida, habla con el público.  Esas "guitarreadas” pueden tener hasta tres horas de duración porque el ida y vuelta que tiene con sus seguidores, fieles o como quieran llamarlos es de una comunión campo y ciudad indescriptible.

Éxitos tales como “Milonga de los braceros”, “Milonga del solitario”, “Quién me enseñó”, “Cosas que pasan”, “Masticando silencio”, “Décimas de Jacinto Luna”, “Bajo el tinglao” y otras tantas narraciones poéticas como solamente Larralde sabe hacerlo, forman parte de su universo musical.

Toda su obra tiene una indiscutible raíz campera y en la actualidad nos sigue deleitando con ese manojo de letras del folclore como un  exponente que ha sembrado su cancionero en Argentina y otros países del mundo.

El Agrario comparte con sus lectores una frase de este cantautor que dice:

“Quisiera ser como un pájaro que al despintar la mañana, despierta y le canta al mundo el canto de una esperanza”