Economías regionales perjudicadas por falta de mano de obra
“La gravedad del problema, atenta contra el normal desempeño de la actividad productiva”, sostiene Eduardo Rodríguez, presidente de Economías Regionales de CAME.
Por Marisa Massaccesi | 29-03-2021 10:30hs
La falta de mano de obra en el campo es motivo de preocupación para la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que desde principio de este año viene alertando sobre esta situación y no tuvo respuesta de los sectores involucrados.
En estos días, la institución dio a conocer un documento sobre el estado que atraviesan las economías regionales que forman parte de la Cámara. En el mismo ponen de manifiesto que solicitaron una audiencia, con carácter urgente, al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, de la que no obtuvieron ninguna respuesta.
Ante la preocupación del tema en cuestión, la CAME sostiene que “la gravedad del problema, atenta contra el normal desempeño de la actividad productiva”.
Faltan trabajadores rurales
Desde la Institución afirman que producciones tales como la cereza, las frutas de carozo, el ajo, el tabaco, la vid, los cítricos, las pomáceas, el té y el olivo, entre otras, sufrieron una merma en la productividad, los costos se elevaron y por ende, hubo una baja en la rentabilidad, ocasionada por “la falta de trabajadores rurales”.
Planes sociales versus mano de obra
“Los planes y programas de asistencia social desincentivan a los beneficiarios a aceptar un empleo registrado, ya que el ‘blanqueo’ implica la baja automática de los beneficios”, sostienen pequeños y medianos empresarios agropecuarios.
Plan Empalme
Oficializado durante la presidencia de Mauricio Macri, mediante el Decreto 304/2017 por el cual “los beneficiarios de planes sociales, seguirán percibiendo esos beneficios, aunque consigan un empleo formal”, desde la CAME afirman que este plan “jamás funcionó, ya que, tras finalizar la relación de dependencia, pueden pasar dos o tres meses hasta que vuelven a cobrar la asistencia social”.
En este sentido, de la entidad, manifestó que, “los trabajadores nos transmiten su miedo a perder la ayuda estatal si los registramos y prefieren no asumir el riesgo, ya que es la única fuente constante de ingresos que tienen. Nosotros necesitamos mano de obra y por eso solicitamos compatibilizar los planes y programas sociales con el empleo registrado, de forma tal que puedan seguir cobrándolos pese a estar en blanco”.
Rodríguez hizo hincapié en la asistencia que el Estado brinda a los más necesitados. Coincide en que no debería ser un obstáculo para el normal desempeño de la actividad: “Es paradójico que, por un lado, el gobierno quiera combatir la evasión y la informalidad y, por el otro, nos coloque en esta encrucijada, expresó.
Ausencia de registración e Impuesto a las Ganancias
El trabajador al no estar registrado ocasiona un daño también al empleador, ya que lo que no está declarado no puede deducirse en la liquidación anual del Impuesto a las Ganancias, por lo que “el productor se ve en la obligación de absorber estos costos, que vulneran aún más su rentabilidad, si decide encarar la zafra con trabajadores informales”, sostiene Rodríguez.
Los números de la CAME
Según sea la actividad, la mano de obra tiene una alta incidencia en los costos de producción del sector, ya que representa entre el 45% y el 75% de la misma.
Las producciones regionales emplean a alrededor del 70% de la mano de obra rural, dando trabajo a aproximadamente 625.000 trabajadores temporarios en época de cosecha.
Con este escenario, el presidente de Economías Regionales de la CAME, remarcó que “un país con hambre y altas tasas de desempleo se da el lujo de desperdiciar alimentos por no contar con la cantidad de personal necesario para levantar la zafra”.
Desde la Entidad, solicitaron la intervención del Estado, ya que los productores deben decidir entre perder parte de la cosecha o bien contratar trabajadores en negro.
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