Emplazada entre cerros y quebradas de las sierras grandes de la provincia de Córdoba, a una altitud de 1450 Msnm, se encuentra un pequeño poblado conocido como La Cumbrecita. Un rincón inmerso en un bosque de pinos combinado con casas de estilo centro europeo y calles de ripio que supo preservar el cuidado de la naturaleza, la tranquilidad y la calidad de vida de sus habitantes.

En La Cumbrecita, se respira aire libre de contaminación y esto es gracias a que fue declarada, junto con sus alrededores, Reserva Natural de Uso Múltiple (ley provincial Nª 8476), ubicando al pueblo como protector de esta reserva y de su diversidad.

Los visitantes que se acercan a conocerla descubren que es el único pueblo peatonal del país, ya que no se puede acceder con vehículo, sino que se deben dejar en la playa de estacionamiento comunal ubicada en la entrada y recorrer los senderos que lo atraviesan a pie.

El paisaje a descubrir deslumbra con sus cascadas, añosos bosques con sederos, ríos de aguas cristalinas y construcciones alpinas que embellecen el camino. También, se pueden realizar actividades al aire libre como tirolesa, arbolismo, pesca, cabalgatas y variadas excursiones.

Más allá de su encanto turístico, es importante destacar que es uno de los pueblos más sustentables de país ya que todo su tendido eléctrico es renovable, además se le realiza tratamiento al agua para reutilizarla, se reciclan materiales como plásticos, vidrios y metales y transforman la basura orgánica en compost para huertas.

Gastronomía

Aquí la cultura centroeuropea se combina con la cocina criolla, creando diferentes platos típicos como goulash con spatzle, salchichas alemanas, trucha a las finas hierbas y pastas rellenas con hongos del bosque, entre otros. Para la tarde, lo opción es visitar una casa de té en donde se podrán encontrar tortas caseras, pasteles de zarzamora, strudel y chocolates artesanales.

Historia

Su historia se remonta al año 1934, cuando un médico alemán, Helmut Cabjolsky, compró unas 500 hectáreas en un paraje desolado, de vegetación escasa y rala. Al año decide construir una casa de adobe para disfrutar sus vacaciones en familia. Como comenzó a recibir cada vez más gente conocida, la casa se transformó en la primera hostería. De esta manera, los visitantes que se acercaban, se fueron convirtiendo en los primeros habitantes.

Para mayor información: http://www.lacumbrecita.gov.ar

Fuentes: lacumbrecita.gov.ar, cordobaturismo.gov.ar, lanacion.com.ar