Toros: análisis genéticos para una óptima reproducción
Los hermanos Rodríguez se distinguen en el sector rural; Damián es Ingeniero Agrónomo, y Diego esVeterinario. Juntos apostaron a un proyecto ganadero y nos cuentan los estudios necesarios que se le debe realizar a un toro para tener una buena descendencia.
Por Marianela Chimento | 07-06-2020 12:00hs
Damián Rodríguez, es asesor técnico e Ingeniero Agrónomo en la zona de General Viamonte, de los Toldos, Provincia de Buenos Aires y, junto a su hermano Diego, que es Veterinario, iniciaron un proyecto ganadero hace un par de años. Al principio el plan comenzó con la compra de vacas para cría, pero en este último tiempo apostaron a más y hoy son dueños de un toro de raza Aberdeen Angus. Juntos nos enseñan algunas de las medidas que se deben tomar genéticamente para una óptima reproducción del animal.
El primer paso es la realización de un análisis genómico, ¿Para qué sirve este estudio? El veterinario nos informó que esta muestra de sangre enseña que características va a trasmitir a la descendencia del animal. Son sus genes, lo que permiten a futuro saber, por ejemplo, si una vaca va a tener facilidad de parto y docilidad, entre otras cualidades.
En los toros, a través de este análisis, se puede conocer con anticipación si tiene las características genéticas deseadas, donde se rastrean todos los rasgos o genes relacionados con la conformación, salud, producción, todos ellos útiles para mejorar la misma. Con la muestra y la evaluación del peso al nacer, se conocen sus ventajas y desventajas para la reproducción.
Teniendo en cuenta el objetivo de reproducción, se le debe realizar también lo que se conoce como medición de circunferencia escrotal. Diego Rodríguez nos enseñó que esta medida sirve para poder conocer el diámetro testicular y así relacionarlo a la producción de espermatozoides en los toros que se encuentran en crecimiento.
Finalizando, el veterinario nos explicó que si la misma es menor a 32 cm no cumple con la función necesaria o esperada para esta raza en cuestión, por lo que a partir de los 2 años de edad del toro se debería descartar la utilización del animal para dicha función