El gabinete de Biden y el futuro de Trump
Entre las definiciones dadas por el equipo de transición se encuentra la promoción de una agricultura sustentable. Según una encuesta difundida esta semana, de cara a 2024, Trump continúa siendo la opción número uno entre los votantes republicanos.
Por Ignacio Lautaro Pirotta | 29-11-2020 11:00hs
Esta semana Donald Trump reconoció, a su manera, la derrota ante Joe Biden al autorizar el inicio de los trabajos de la transición de gobierno. Biden asumirá la presidencia de Estados Unidos el 30 de enero, pero ya se encuentra trabajando junto a su equipo en torno a cuatro ejes temáticos prioritarios: COVID-19, recuperación económica, igualdad racial y cambio climático. Si bien no hay un trabajo específico en el área de agricultura, ésta es citada al hablar de cambio climático, donde promete “crear empleos en la agricultura climáticamente inteligente, resiliencia y conservación”. Biden ha propuesto alcanzar la neutralidad de emisiones netas en toda la economía antes de 2050. La agricultura representa el 10% del total de emisiones de gases de efecto invernadero.
Aunque aún no está definido, quien más posibilidades tiene de ser la secretaria de Agricultura es Marcia Fudge, que, en caso de ser confirmada, sería la primer mujer negra en ocupar el cargo. Fudge es miembro de la Comisión de Agricultura de la Cámara de los Representantes. Sin embargo, no siempre fue la favorita para ocupar el cargo, pues lo era el senador de Dakota del Norte, Heidi Heitkamp. Según el portal Político, el senador habría tenido fuerte resistencia entre sectores progresistas de los demócratas, quienes temen que sea demasiado a favor de los grandes negocios, motivo por el cual ya no parece ser una opción viable. Según el mismo portal, “Fudge ha sido una firme defensora de impulsar los programas de conservación del USDA (el Departamento de Agricultura), liderando una ofensiva durante la Ley agrícola de 2018 para proteger la calidad del agua de la escorrentía agrícola y mejorar la salud del suelo”. Además, su hipotética nominación (es un cargo que debe tener la aprobación del Senado) cumpliría con el objetivo de dar mayor representación a las minorías.
En cambio, Janet Yellen, de 74 años, ya ha sido nominada por Biden para estar al frente del Departamento del Tesoro, la máxima autoridad del Gobierno Federal en materia económica. En caso de tener la aprobación del Senado, será la primera mujer en el cargo. Yellen fue la presidenta de la Reserva Federal (el banco central) entre 2014 y 2018, propuesta por Barack Obama. Definida como keynesiana, lideró el equipo de asesores económicos de Bill Clinton y su posición respecto a la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19 es en favor de continuar con el apoyo fiscal extraordinario a los fines de impulsar la recuperación. Un dato importante es que ha contado con el apoyo del ala progresista entre los demócratas, la senadora Elisabeth Warren, quien disputó las primarias contra Biden y llegó a ser mencionada por algunos como posible secretaria del Tesoro, expresó su beneplácito con la postulación de Yellen.
El jefe de gabinete será Ron Klain, hombre de confianza de Biden y que ocupó un puesto similar cuando este era vicepresidente. Klain fue el responsable de la respuesta al virus del ébola, por lo que está familiarizado con la salud pública, tema central en la transición y al menos durante la primera parte del nuevo gobierno. Quien tendrá a cargo las relaciones exteriores será Antony Blinken, que ya fue nominado como secretario de Estado. La elección va en sintonía con el objetivo declarado de la futura administración de recomponer el multilateralismo y las alianzas históricas que han sido dejadas de lado durante la era Trump. Aunque con poca exposición pública, otra de las figuras claves en la toma de decisiones será Mike Donilton, nombrado consejero senior del presidente. Donilton, que fue jefe de la campaña Biden-Harris y colaborador estrecho del próximo presidente, es especialista en comunicación y encuestas, y desde ese lugar será relevante en la definición de las estrategias de comunicación y de gobierno.
El futuro de Trump y el trumpismo
Con la confirmación de los resultados en los estados de Nevada y Pensilvania, la estrategia de denunciar fraude de Trump está completamente agotada. Ante ello, el todavía presidente autorizó el comienzo del trabajo de su equipo de transición y manifestó que dejará la Casa Blanca si el Colegio Electoral elige a Joe Biden como presidente el próximo 14 de diciembre, lo que, según sus palabras, “sería un gran error”. El futuro político de Trump es incierto y podría incluso tener que enfrentar algunos procesos judiciales. Sin embargo, su popularidad es bastante alta entre los republicanos y nada indica que deje de serlo en el corto y mediano plazo. Según una encuesta difundida esta semana por Morning Consult-Politico Poll, el 53% de los republicanos votaría por Trump en una hipotética interna para 2022, su vicepresidente, Mike Pence, quedó en segundo lugar con el 12% y Donald Trump Jr., tercero con el 8%.
La fuerza del trumpismo quedó de manifiesto con el caudal de votos récord que tuvo el mandatario en las pasadas elecciones del 3 de noviembre y con los miles de estadounidenses movilizados durante su gobierno y en la campaña electoral. La postura de Mitch McConnell, el senador líder de la mayoría y representante del establishment republicano tradicional, respecto a las denuncias de fraude de Trump, es elocuente: en vez de rechazar de pleno las denuncias infundadas, como sí hicieron otros republicanos, optó por conceder que el presidente tenía derecho a agotar las instancias de recuento de votos. Lo que en su momento fue interpretado como un endurecimiento contra Biden y un mensaje de que optaría por una estrategia de bloqueo como sucedió con Obama, en realidad es más bien la búsqueda de equilibrio entre el trumpismo y el establishment republicano tradicional. Ese equilibrio, así como el del lado del Partido Demócrata, que tiene un sector de izquierda y otro más conservador, serán claves para pensar la dinámica de la política estadounidense en la era Biden.