El megapaquete electoralista de Jair Bolsonaro para ganarle a Lula
El presidente brasileño volcará casi 8.000 millones de dólares para intentar dar vuelta una elección del pŕoximo 2 de octubre que, hasta ahora, parecía decidida en favor de Lula.
Por Ignacio Lautaro Pirotta | 14-08-2022 12:05hs
En las últimas semanas se han encendido algunas alarmas en la campaña de Lula da Silva, según informan medios brasileños. Es que el actual presidente, Jair Bolsonaro, se ha aproximado a Lula en las encuestas de intención de voto para el próximo 2 de octubre.
Lula mantiene una diferencia de entre 12 y 18 puntos, dependiendo qué encuesta se mire. La encuestadora Datafolha, una de las más prestigiosas de Brasil, a fines de julio le daba a Lula 47% de intención de voto contra 29% de Jair Bolsonaro, manteniendo pocas variaciones en los últimos meses, habiéndose reducido la distancia en apenas 3 puntos. Sin embargo, al hacer una observación más detallada, se puede ver que en tan solo un mes ha habido cambios significativos en la intención de voto entre los diferentes segmentos de la población.
El dato más significativo es que entre los casi 20 millones de beneficiarios del programa de ayuda social Auxilio Brasil (sustituto del Bolsa Familia) la distancia ha caído 10 puntos en solo un mes. En junio la distancia en ese segmento era de 37 puntos (59 para Lula y 22 para Bolsonaro), y para julio se redujo a 27 (53 para Lula contra 26 de Bolsonaro). Según Datafolha, Lula habría ganado terreno entre sectores medios y altos, reduciendo el impacto del crecimiento de Bolsonaro entre los beneficiarios del Auxilio Brasil y haciendo que el resultado global de la encuesta resulte prácticamente estable.
En Brasil los analistas de política coinciden en adjudicar la causa de la recuperación de Bolsonaro al megapaquete electoralista que ha puesto en marcha, un total de 41.000 millones de reales (casi 8.000 millones de dólares) volcados a poner dinero en la calle. En primer lugar, el mencionado Auxilio Brasil, la ayuda social para los más pobres, tuvo un incremento del 50% durante los últimos meses del año, pasando de un promedio de R$400 a R$600.
Ese sería el principal dato que explicaría la recuperación de Bolsoanaro en ese segmento, el cual está compuesto, como se mencionó, de 20 millones de beneficiarios directos, sobre un electorado de 156 millones. Los beneficiarios del Auxilio también podrán sacar un préstamo a tasas bajas por hasta el 40% del valor mensual del beneficio y el préstamo recién comenzará a ser devuelto en 2023, es decir, ya con el próximo gobierno.
Además, en las próximas semanas se pagarán dos cuotas de un bono para taxistas y camioneros por un total de 1.000 reales cada una (el valor de casi un salario mínimo). Los camioneros que recibirán el beneficio serán 900 mil, en tanto que la cifra de taxistas aún no está clara. Además, el paquete aprobado por el Congreso incluye ampliación del programa de subsidio al gas (Vale gas), transporte gratuito para jubilados y ampliación del programa alimenta Brasil, destinado a familias con inseguridad alimentaria.
Una de las partes más importantes del megapaquete implementado a meses de las elecciones es la reducción de impuestos provinciales sobre productos esenciales, entre los que se encuentran el combustible y la energía eléctrica, y de impuestos federales sobre el diesel y el gas. Estas quitas de impuestos son las que han producido la deflación registrada el último mes y que fuera noticia internacional en un contexto de creciente inflación en todo el mundo.
Este paquete de medidas lanzadas por el gobierno de Bolsonaro a semanas de las elecciones solo fue posible gracias a que el Congreso instituyó el estado de emergencia. Así, el gobierno logró eludir a las leyes electorales que prohíben el incremento de gastos sociales en año electoral y a la propia Constitución Nacional que estableció a partir del gobierno de Michel Temer un congelamiento del presupuesto nacional, conocido como “techo de gastos”, en el marco de las políticas de ajuste fiscal a las que el propio Bolsonaro le había dado continuidad, hasta ahora.
El carácter electoralista del paquete queda especialmente de manifiesto en el caso del Auxilio Brasil. El incremento de la ayuda social, que fue de los 400 a los 600 reales para los últimos meses del año, no continuará en 2023. De hecho, el Ejecutivo ha enviado la semana pasada el proyecto de presupuesto al Congreso previendo un Auxilio Brasil en 400 reales. El límite máximo del crédito a tasas bajas al que pueden acceder los beneficiarios también está calculado en base a los 400 reales, ya que el pago de los 600 es considerado “temporal”.
Jair Bolsoanro ha puesto toda la carne al asador a semanas de las elecciones, contradiciendo los lineamientos liberales y de ajuste del gasto con el que ganó las elecciones en 2018 y por el que todavía es ponderado por sectores del empresariado brasileño. Habrá que ver si le alcanza para dar vuelta la que hasta acá parecía una inminente victoria de Lula da Silva