A dos semanas de las elecciones del 2 de octubre, la campaña electoral brasileña ha entrado en la recta final. Lula mantiene una diferencia de más de diez puntos sobre el actual presidente, Jair Bolsoanro, aunque sus chances de ganar en primera vuelta se han reducido. 

Junto con el tramo final de la campaña han llegado las piezas de propaganda electoral negativa, aquellas que apuntan a destruir la imagen del adversario y apelar a emociones negativas. Eso es lo que viene haciendo la campaña de Bolsonaro, que en el último tiempo ha lanzado spots televisivos en contra de Lula da Silva y el Partido de los Trabajadores. 

Un video que tuvo gran repercusión y mucha circulación en redes sociales fue el lanzado en el espacio publicitario gratuito de este jueves 15, en el que se aborda la condena de Lula da Silva en el marco de la investigación Lava Jato. El spot comienza con una presentadora, mujer y negra -el perfil de elector donde Lula es más fuerte- que anuncia que ese espacio televisivo donde se suele “hablar de propuestas e ideas” será utilizado para para decir “la verdad”. 

A continuación el spot muestra videos de noticieros de la época de la Lava Jato donde se relata el proceso y condena contra Lula da Silva. En el primero de ellos se ve al conductor y director del noticiero central de la Globo, William Bonner, afirmar que “nunca antes en el país un ocupante de la presidencia había sido condenado por un crimen común”. Claramente el spot utiliza la autoridad de los periodistas para hacer la acusación contra Lula más persuasiva, incluso recurriendo al canal Globo, uno de los medios más cuestionados por el actual presidente. 

Luego, el spot muestra videos de las “delaciones premiadas”, los arrepentidos que declararon incriminando a otras personas a cambio de reducción de la pena. El primero de ellos es Antonio Palocci, exministro de de gobiernos del Partido de los Trabajadores, que además es presentado como “amigo de Lula”, y luego Marcelo Odebrecht, director de la compañía, quienes afirman que Lula habría recibido coimas por un valor de 300 millones de reales. 

El momento crítico del spot, así como el tema en sí mismo, es la afirmación de Lula de que él fue “considerado inocente” por la Justicia. “La peor y mayor mentira de esta elección es decir que Lula fue declarado inocente” afirma en off una grave voz masculina. La afirmación es reforzada, nuevamente, por medio de periodistas, que dicen, sucesivamente en diferentes canales, que la condena contra Lula fue anulada, pero él no fue declarado inocente. 

Ese es el meollo de la cuestión. Desde el punto de vista técnico es cierto lo que afirma el spot respecto a que el expresidente Lula da Silva no fue declarado inocente, sino que las condenas fueron anuladas. Sergio Moro, el juez en primera instancia, fue declarado incompetente, por no tener jurisdicción para llevar adelante el proceso contra Lula, ya que se investigaba los manejos en la Petrobras, por lo que el mismo debía ser competencia de juzgados en Brasília, el distrito federal. 

El spot se las ingenia para explicar una cuestión técnica, y que puede ser de difícil comprensión, de manera sencilla. -Imagina a un bandido asaltando a una mujer- dice la voz en off de la presentadora femenina. -Un policía actúa, agarra al bandido y lo lleva junto con los testigos a una comisaría federal, donde se les toma testimonio y el bandido queda preso. Luego llega el abogado y dice que el crimen no es federal, y por lo tanto el ladrón debería estar en otra comisaría. Entonces es puesto en libertad. Es decir, el robo existió, solo que el ladrón será juzgado en otro lugar. Fue eso lo que sucedió con Lula- concluye. 

Lo que el spot omite es que Sergio Moro, además de no corresponderle la jurisdicción, también fue considerado parcial en los procesos contra Lula da Silva por la Corte Suprema. Se trata de dos fallos diferentes, el relativo a la jurisdicción, y el relativo a la falta de imparcialidad. Sin embargo, la anulación de las condenas y la restitución de los derechos políticos de Lula da Silva se produjo por el fallo sobre la jurisdicción, que tuvo lugar antes del otro fallo. 

La anulación por jurisdicción resultó de un fallo intempestivo del juez de la Corte Edson Fachin, a mediados de marzo de 2021. Se trató de una forma de anticiparse al inminente fallo respecto a la parcialidad de Moro. Fachin incluyó la anulación de la acusación de parcialidad, presentada por la defensa, ya que, según argumentaba, no se puede declarar la parcialidad de un caso anulado. 

Es decir, lo que Fachin intentó hacer fue resguardar la reputación de Sergio Moro, por medio del mal menor, que fue la anulación por jurisdicción. No obstante, la presentación de la defensa de Lula fue retomada por el tribunal y la falta de imparcialidad fue determinada unos meses después por el plenario de la Corte. 

Técnicamente es cierto que Lula no fue declarado inocente. Lo que sucede es que la totalidad del proceso, incluyendo la producción y recolección de pruebas, estuvo viciado por la falta de imparcialidad del juez, que además de dar el fallo final debía dirigir el proceso. Es decir, Lula no puede ser declarado inocente porque el juicio entero fue anulado.  

A verdade sobre Lula - Propaganda da campanha para TV do Presidente Bolsonaro, 15/09/22.

Las pruebas recolectadas también fueron anuladas y no podrán volver a ser utilizadas en caso de que el proceso continúe en un tribunal federal. En cuanto a los fiscales del juicio, la parte acusadora, recientemente fueron multados por daños morales a Lula por la forma en que trataron la presentación de la denuncia en una conferencia de prensa en 2016. Allí, el jefe de los fiscales, Deltan Dallagnol, presentó un power point en el que el nombre de Lula aparecía en el centro, rodeado de otros elementos que apuntaban a su supuesta culpabilidad. Allí el fiscal definió a Lula como “el comandante máximo del esquema de corrupción” en la Petrobras.  

En este tramo final de la campaña suele tener lugar la llamada campaña negativa. Se trata de una táctica que tiene por objetivo dañar la imagen del adversario, y que suele ser utilizada principalmente para reducir la distancia en relación al primero en intención de voto. En este caso la utiliza Bolsonaro en un intento de reducir los más de 10 puntos de diferencia con Lula.

No obstante, el tema utilizado, las causas de corrupción, no tienen el mismo efecto que supieron tener en el pasado. Por un lado, la anulación del proceso por lo que desde el Partido de los Trabajadores señalan como “persecución política” es un argumento en favor de Lula. Pero además, el tema ya ha perdido vigencia y no se encuentra entre los temas que definirán la campaña, en un país marcado por la crisis económica, a pesar del repunte de algunos indicadores en el último tiempo. 

Renato Meirelles, de la consultora Locomotiva, recientemente comentó en una entrevista para CNN Brasil que a partir de un trabajo de investigación de opinión pública detectaron que la campaña negativa contra Lula por las causas de corrupción no tienen tanto poder destructor como la posible campaña negativa contra Bolsonaro por la situación económica y, fundamentalmente, por su accionar negligente durante la pandemia de Covid-19. 

La campaña negativa contra Lula, al menos en relación a ese tema, no tendría tanta capacidad de hacerle perder votos con los que hoy sí cuenta. Bolsonaro, por su vez, sólo tiene chances numéricas de ganar la elección en segunda vuelta si conquista votos que hoy están con Lula. 

Tanto Meirelles como los periodistas que lo entrevistaron coincidieron en la información de que el Partido de los Trabajadores planea utilizar la campaña negativa con el tema de la pandemia en este tramo final de campaña.