Coronavirus: una oportunidad para la humanidad
¿En qué podría colaborar la pandemia de coronavirus? La crisis actual modificará aspectos de la economía, de la política y también nuestra percepción del mundo.
Por Ignacio Lautaro Pirotta | 22-03-2020 10:09hs
A medida que la pandemia del coronavirus se extiende por todos los continentes y comienza a producir estragos en la economía mundial, un poco de pánico y bastante de pesimismo se expanden con igual velocidad. No faltan motivos para ello. Pareciera que a nuestras plataformas de streaming se les hubiera escapado una serie de terror, titulada “coronavirus”. El futuro distópico, sombrío, que hemos puesto hasta el cansancio en nuestras ficciones hoy golpea a nuestra puerta.
No hace falta comentar la gravedad de la crisis, ni en su aspecto sanitario, ni en su aspecto económico. La información está las 24hs del día en todos los medios de comunicación, con cifras y proyecciones que han puesto en peligro de extinción a los negadores de la gravedad del COVID-19.
Ahora bien, como en todo, es posible dilucidar aspectos positivos. Son muy importantes los cambios que la actual crisis pueda producir en el plano sanitario, reforzando cuidados de la población y las administraciones. Habrá sectores de la economía que posiblemente se beneficien ante el nuevo escenario y cambios en nuestros hábitos y costumbres en general. La ciencia, sobre todo por medio de la búsqueda de una vacuna contra el virus, saldrá fortalecida en tiempos de antivacunas y terraplanistas.
La humanidad entró temporalmente en modo supervivencia.
La lista podría seguir, pero queremos detenernos en una posibilidad especial que se abre para la humanidad. Si de futuros sombríos y crisis globales hablamos, el cambio climático es la amenaza número uno. En lo que va del año hemos visto a la Antártida alcanzar los 20° por primera vez, devastadores incendios forestales en Australia y, con menos trascendencia mediática pero igual de importante, una plaga de langostas en el Cuerno de África que amenaza la producción de alimentos en la región. Eventos climáticos extremos, como diluvios, sequías, olas de calor, inundaciones e incendios forestales son cada vez más frecuentes y son consecuencia del cambio climático.
En diciembre de 2019 tuvo lugar la Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático en la cual participaron más de medio centenar de Jefes de Estado y de Gobierno. El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, declaró estar decepcionado con los resultados de la Cumbre. No se obtuvieron compromisos concretos de parte de los gobiernos nacionales en la lucha contra el cambio climático. Mientras tanto, según la ONU, si el incremento de la temperatura promedio global es mayor a 1,5° en el siglo XXI, habrá impactos climáticos destructivos de amplio alcance. Si se cumplieran las metas del Acuerdo de París, algo que no está garantizado, el aumento sería de 3,2°.
¿En qué podría colaborar la pandemia de coronavirus? Está claro que el brote no tiene nada que ver con el cambio climático. Sin embargo, el rigor de la realidad del coronavirus nos hará visualizar con mayor claridad la posibilidad de futuras crisis de similar envergadura. La humanidad entró temporalmente en modo supervivencia y luego de la crisis seguramente cobrará mayor relevancia el cuidado de la salud, no tanto desde una óptica individual, sino colectiva y con el ojo puesto en los cuidados sanitarios. La crisis actual modificará aspectos de la economía, de la política y también nuestra percepción del mundo.
Es necesario también comenzar a pensar en el después, en el pos crisis.
En la actualidad, si bien hay un consenso bastante extendido de que el cambio climático producto de la actividad humana es una amenaza para la propia humanidad, las medidas que se vienen tomando son lentas e insuficientes. Hay obstáculos económicos y tecnológicos para tomar decisiones costosas en el corto y mediano plazo pero saludables en el largo. Nadie quiere pagar el costo de la sustentabilidad, es decir, de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Lo que no hay es voluntad política de encarar la lucha contra el cambio climático.
Por ello, debemos enlazar la experiencia traumática de la crisis del coronavirus con la amenaza de la crisis climática. A la preeminencia que adquirirá el cuidado de la salud pública debemos enlazarlo con la necesidad de cuidar del medio ambiente como requisito para la salud. Los cambios en nuestra forma de percibir el mundo y sus problemas deben servir para producir una mayor voluntad política en la lucha contra el cambio climático.
A marzo de 2020 tenemos duros meses de esta crisis por delante. Meses en que las energías estarán puestas en el día a día, en el semana a semana. Pero es necesario también comenzar a pensar en el después, en el pos crisis. Será preciso recoger la experiencia del coronavirus para vencer los obstáculos de la lucha contra el cambio climático, principal amenaza de un futuro negativo. El coronavirus puede colaborar en modificar nuestra percepción del mundo y sus problemas, puede ayudarnos a establecer prioridades. Si logramos aprovechar lo aprendido en esta crisis para cuidar el medio ambiente, haremos del coronavirus una oportunidad para la humanidad.
(*) Ignacio Lautaro Pirotta es Licenciado es Ciencias Políticas (UBA) y especialista en temas internacionales.