El rechazo a la nueva Constitución de Chile se impuso este domingo con 61,87% de los votos válidos del plebiscito contra 38,13% favorable a la aprobación, cuando se había completado 99,86% del escrutinio oficial.

El texto elaborado por la Asamblea Constituyente fue rechazado por los chilenos, por lo cual continuará en vigor la constitución que data de la dictadura de Augusto Pinochet y que es considerada un obstáculo para la adquisición de nuevos derechos y cambios en la política económica del país.

Sin embargo, como en octubre de 2020, también mediante un plebiscito, el pueblo chileno decidió mayoritariamente que debía elaborarse una nueva Constitución, el proceso constituyente continuará hasta lograr un nuevo texto.

Por ello el presidente Boric se dirigió al país en la noche del domingo y ya con la derrota del apruebo -por el que el oficialismo hizo campaña- consumada, para expresar que se debía trabajar con más empeño y diálogo entre las diferentes fuerzas, a los fines de alcanzar un texto "que nos interprete a todos".

El plebiscito de 2020 estableció con carácter vinculante que Chile debía tener una nueva Constitución. Sin embargo, no estableció los plazos para que la misma sea aprobada. Esto arroja una incógnita al proceso, que en última instancia dependerá de la capacidad política para un nuevo texto constitucional sea redactado y aprobado por la población